El pasado 12 de enero se cumplió el primer aniversario de la muerte de David Stuart, defensor, activista y creador el término “chemsex”, quien trabajó incansablemente en apoyo a nuestra comunidad LGBTTTIQ+ en esto del uso y abuso de sustancias para el sexo.
Cuanta la historia que en algún tiempo “chems” era el apodo para la metanfetamina y el GHB/GBL usado por hombres homosexuales cuando se comunicaban por teléfono o mensaje de texto con sus distribuidores de drogas.
Y, aunque la idea del “chemsex” la aplicamos exclusivamente para detallar toda una forma de expresión en nuestra comunidad, en otros universos se conoce como “Party ‘n Play” (PnP) o cultura H&H (“High & Horny”) y va más allá de la sola combinación de sustancias adictivas y sexo.
Puntualizando, el común de las sustancias usadas en el “chemsex”, generalmente químicos es que son los “subidones” asociados con la metanfetamina cristalina, las catenonas, GHB/GBL, más viagra, alcohol, ketamina, cocaína, nitratos de amilo/alquilo o poppers; absolutos desinhibidores sexuales.
Estos químicos frecuentemente son las drogas responsables de algunos daños que vemos dentro y en entornos chemsex. ALTO, no es solo el uso de drogas lo que define al chemsex, son los factores culturales que impactan en el disfrute sexual; juicios y estigmatizan, traumas y complejos; el “qué dirán” que crean un ambiente ideal para que las sustancias se introduzcan, ejem, ejem, se consuman.
El chemsex no siempre es un problema, pero cuando lo es, ese problema suele ser la capacidad de sentirse libre y desinhibido durante el sexo, entonces surgen otros conflictos que resultan en el uso de drogas para toda ocasión, que a menudo pueden manejarse mediante prácticas de reducción de daños; pero las razones para usar las drogas son la búsqueda del placer, y educar este aspecto emocional puede ser complicado.
En fin, el “chemsex” como muchas palabras seguramente desarrollará estigmas, ganará y perderá popularidad, hará daño y bien, venderá sexo, libros, negocios, cine y el teatro y medida que navegamos por las respuestas emocionales, puede ser útil recordar los beneficios de un problema comunitario y de salud pública, para eso estamos en AHF América Latina y el Caribe .
