En la década de los 70, era difícil ser gay y encajar en los estándares de masculinidad impuestos por la sociedad. Los hombres corpulentos, barbudos y con vello corporal se sentían excluidos, así que formaron su propia tribu: los osos.
Estos hombres, que no encajaban en el estereotipo del hombre gay musculoso y delgado, se unieron en una subcultura conocida como comunidad oso. Surgió como respuesta al rechazo dentro de la misma comunidad LGBT, que promovía un ideal de cuerpo y belleza inalcanzable para muchos.
Actualmente, los osos han superado la discriminación y se aceptan a sí mismos. Se reúnen en espacios donde pueden expresar libremente sus preferencias sexuales y compartir sus intereses, sin temor al juicio de otros.
Sin embargo, aún enfrentan desafíos, como la presión de conformarse a la hiper-masculinidad. Muchos osos abogan por la diversidad de expresiones de género y se alejan de los estereotipos tradicionales de masculinidad.
En cuanto a la salud sexual, los osos han adoptado medidas preventivas contra el VIH y otras ITS. Promueven prácticas sexuales seguras y son abiertos a la educación e información sobre salud sexual.
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La comunidad oso busca construir nuevas masculinidades, lejos de la gordofobia y la discriminación. Abogan por la aceptación de diferentes cuerpos y expresiones de género, promoviendo el amor propio y el cuidado mutuo.
En resumen, los osos representan una evolución en la concepción de la masculinidad, rompiendo esquemas y abrazando la diversidad en todas sus formas.
Las “nuevas masculinidades”, aunque en realidad no son nuevas y podemos hablar de ellas como “masculinidades igualitarias”, son una manera de entender qué es ser hombre, desde una mirada más sana e igualitaria tanto para relacionarse con los demás como con uno mismo.
Si deseas obtener más información sobre la prevención del VIH y otras ITS, puedes contactar a AHF Latam y el Caribe para obtener orientación y apoyo.