La utilización de sustancias, ya sea de forma ocasional o habitual, puede tener repercusiones significativas en la sexualidad y la salud mental. Cada droga ofrece un panorama distinto en términos de efectos y riesgos.
El alcohol, a menudo visto como un facilitador del deseo sexual, puede en realidad dificultar el orgasmo y contribuir a la disfunción eréctil, además de aumentar las conductas celosas y la predisposición a la violencia.
Uno de los primeros sexólogos, el doctor William Masters y Virginia Johnson afirmaba que concentraciones muy bajas de alcohol tienen un suave efecto intensificador del deseo, la excitabilidad y la erección, pero con las concentraciones en sangre correspondientes a dos o tres copas las erecciones se ven levemente suprimidas y la eyaculación, retardada.
Por otro lado, las sustancias derivadas del cannabis, como la marihuana y el hachís, pueden provocar disminución en la lubricación vaginal y desinterés por el sexo a largo plazo, afectando la experiencia sexual de manera negativa.
Nicotina: La sustancia adictiva contenida en el tabaco, puede tener efectos sobre la sexualidad. Estrecha las arterias y facilita la disfunción eréctil, así como los problemas de lubricación.
La cocaína, conocida por sus efectos estimulantes, puede tener un impacto controvertido en la respuesta sexual. Mientras su uso esporádico puede aumentar las sensaciones corporales, su consumo habitual puede llevar a disfunciones sexuales como la disfunción eréctil y una pérdida significativa del deseo sexual.
Las anfetaminas, utilizadas por su efecto estimulante, pueden provocar insomnio, disminución del deseo sexual y problemas cardiovasculares, afectando tanto la salud física como la sexualidad.
En cuanto a la heroína, su consumo puede llevar a la inhibición del orgasmo, fracaso eréctil y falta de deseo sexual, generando importantes alteraciones en la respuesta sexual y la satisfacción sexual.
Es importante tener en cuenta que las drogas duras, como las sintéticas, pueden tener efectos aún más marcados y densos en la sexualidad y la salud mental, además de potenciar comportamientos compulsivos y riesgos para la vida.
También te puede interesar leer “Personas con VIH mayores a 40 años deberían tomar fármacos anticolesterol”
¿Qué es una Droga?
La Organización Mundial de la Salud define como “droga” a toda sustancia que, introducida en el organismo por cualquier vía de administración, produce alguna alteración del natural funcionamiento del sistema nervioso central de la persona y es, además, susceptible de crear dependencia, ya sea psicológica, física o ambas. Las drogas se clasifican, según sus efectos, en depresoras, estimulantes y alucinógenas.
Abuso de sustancias
Las sustancias psicoactivas son diversos compuestos naturales o sintéticos, que actúan sobre el sistema nervioso, generando alteraciones en las funciones que regulan pensamientos, emociones y el comportamiento.
Existen regulaciones para el control y fiscalización del uso de estas sustancias, ya sea para uso recreativo, como el alcohol o el tabaco; para uso farmacológico, como los tranquilizantes o analgésicos opiáceos, o de uso general, como los solventes industriales.
En Punto Sero, estamos comprometidos en brindar información y apoyo sobre el impacto de las drogas en la salud sexual y mental. Si tienes dudas o necesitas asesoramiento, contáctanos a través de nuestros canales en AHF América Latina y el Caribe, busca la oficina más cercana a ti, están en 12 países de la región. Seguro encontrarás apoyo y recursos que te ayuden a sobrellevar estos desafíos… Estamos aquí para ayudarte en tu camino hacia una vida más saludable y plena.