Con toda una muestra de mucha tinta periodística y amor propio, Lizbeth Woolf lo descubrió tras un infarto que no solo la llevó al hospital, sino a una nueva vida. En el noveno episodio de la segunda temporada del podcast “Es Personal”, la periodista, escritora y activista trans se abre desde la entraña para contarnos su historia: una de silencios, vetos laborales, noches entre amigas travestis y, finalmente, una transición sostenida entre tacones y tinta.
¿Qué pasa cuando el corazón ya no aguanta más secretos? ¿Cuando el cuerpo grita lo que el alma lleva años susurrando?
Desde el primer minuto, Paty Retana nos señala que esta charla es un reencuentro, una celebración del amor, de ese que empieza contigo mismx. Porque Lizbeth no solo rompió con los prejuicios ajenos, también con los suyos. A los 14 años ya vivía su identidad trans en silencio; décadas después, frente al espejo, se dijo: “te amo”… y ese fue el verdadero inicio.
¿Puede un infarto cambiar tu vida para siempre? Lizbeth Woolf dice que sí.
En este episodio conocemos a una mujer que lo perdió todo para encontrarse a sí misma. Periodista, escritora, amante del cine y la literatura, Lizbeth Woolf abre su corazón para contar cómo un evento médico fue la señal definitiva para dejar de esconderse y vivir como quien siempre fue: una mujer trans, libre y amorosa.
“Fue un infarto lo que me sacó del clóset”, confiesa Lizbeth.
Durante la plática , relata cómo pasó de vivir una vida en la sombra, dentro de un sistema mediático que no perdonaba la diferencia, a convertirse en un referente de resistencia y autenticidad. Vetada profesionalmente, sin empleo y emocionalmente colapsada, encontró en la Casa de Bea, un espacio travesti de la Ciudad de México, un lugar seguro para reconstruirse. “Ahí nació Lizbeth, la madre de las vestidas”, cuenta con humor y orgullo, en el lugar se convirtió en estilista y amiga, y de nuevo los tacones brillaron.
Pero más allá del relato personal, este episodio toca fibras profundas sobre los estigmas que persisten en torno a la salud sexual, la transición de género y el amor propio. Lizbeth no solo enfrentó prejuicios externos, también combatió sus propias inseguridades, hasta llegar al momento clave frente al espejo: “Un día me miré y dije: te amo. Ese día, todo cambió”.
Cuenta cómo, tras ser vetada de los medios por denunciar corrupción, halló refugio en un espacio travesti en la Roma. Allí no solo trabajó, sino que floreció, lejos de la tinta de los periodicos. “Me apodaban la madre de las vestidas. Me encantaba arreglar a las nuevas, aconsejarlas, sentirme parte de algo.”
El episodio no se queda en lo anecdótico. Liz y Paty profundizan en temas urgentes: la falta de espacios seguros para personas trans, los riesgos de hormonarse sin acompañamiento médico, la presión estética también para personas con pene y la importancia de acceder a servicios de salud mental antes, durante y después de una transición.
Como bien recuerda Liz, “hay quienes llevan una vida clandestina por miedo al rechazo, y eso te mata por dentro. La doble vida cansa.” Por eso insiste en que el primer paso siempre será el amor propio. “Cuando tú puedes decirle al espejo ‘te amo’, todo cambia. Das amor sin esperar nada a cambio, y eso te hace libre.”
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Un espejo para muches
Con una narrativa cálida, punzante y profundamente humana, este episodio se convierte en una brújula emocional para quienes enfrentan procesos similares. Lizbeth habla de autoestima, familia, rechazo, pero también de reconciliación, arte, periodismo y activismo en mucha tinta repartida en sus textos. “No existe un manual para amarse, pero si no te amas tú, nadie más lo hará”, dice contundente.
Un episodio que no solo se escucha, se siente
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Gracias al apoyo de AHF Latinoamérica y el Caribe, Es Personal ofrece un espacio donde la salud sexual y emocional se habla sin tapujos. En palabras y la tinta de Lizbeth, “el amor propio también es prevención”. Este episodio no solo visibiliza el proceso de transición de una mujer valiente, sino que también invita a informarse, cuidarse y acceder a servicios médicos profesionales, como los que brinda AHF de forma gratuita: diagnóstico y tratamiento para Infecciones de Transmisión Sexual, además de asesoría especializada en temas de género.
Porque hablar de amor propio, identidad y salud sexual también es parte de construir un mundo más justo.
Y tú, ¿ya te dijiste “te amo” hoy?
